La tecnología 3D es una potente herramienta que ayuda a reducir el consumo de energía y el consumo de agua.
La tecnología es un instrumento clave para hacer el mundo más sostenible. Las compañías tecnológicas deben reforzar el compromiso en torno a la innovación sostenible y ser los principales promotores de la creación de una economía más circular, con énfasis en los beneficios para toda la sociedad.
En este sentido, la pandemia ha tenido un gran impacto y ha generado una mayor conciencia social. Nos ha hecho entender que realmente es necesario hacer modificaciones en los estilos de vida para conseguir reducir los impactos derivados del cambio climático. Por ejemplo, el modelo de trabajo en remoto y la conectividad total han significado una drástica disminución de viajes comerciales y, en consecuencia, se han reducido las emisiones de carbono a nivel global.
Asimismo, el menor uso de espacios en oficinas físicas ha supuesto una reducción del gasto energético para las empresas y la reducción de traslados a los puestos de trabajo ha bajado la contaminación en ciudades. Atendiendo a estos datos, es necesario modificar comportamientos a nivel social y empresarial para adaptarse a una nueva era más respetuosa con el medio ambiente.
En este caso, la tecnología 3D es una potente herramienta que ayuda a reducir el consumo de energía, el consumo de agua, las emisiones de carbono y la creación productos bajos en materiales plásticos. Gracias a la implementación de universos virtuales se pueden obtener productos, materiales y procesos radicalmente nuevos, necesarios para crear un entorno más sostenible para diversos sectores.
Repensar, reducir y reinventar
Como dato sorprendente, cada minuto se compran un millón de botellas de plástico y, al año, se usan 500.000 millones de bolsas, según las Naciones Unidas. Además, menos del 20 % de los residuos de plástico de un solo uso se reciclan y los envases desechados acaban en nuestras ciudades y océanos, creando una importante crisis medioambiental. Ante la gravedad de la situación, recientemente la Comisión Europea advirtió que la Unión Europea debe tomar medidas urgentes contra la contaminación para atajar este problema. Por ello, los fabricantes de este tipo de productos tienen un gran reto por delante.
Para desarrollar materiales innovadores que sean respetuosos con el consumidor, sostenibles con el medio ambiente y rentables para la empresa se pueden incorporar herramientas de diseño y simulación 3D basadas en la nube que permiten diseñar envases resistentes, ligeros y sostenibles que ayudan a reducir la huella de carbono. La incorporación de este tipo de tecnologías en los procesos de diseño de nuevos productos permite, por un lado, experimentar con nuevos polímeros o alternativas plásticas, simular el rendimiento de los envases biodegradables o diseñar envases más ligeros y, por otro, reducir los costes de transporte, eliminar la necesidad de crear prototipos físicos y ampliar la fabricación rápidamente.
En definitiva, las capacidades tecnológicas de este tipo de soluciones ofrecen la posibilidad de simular y probar diseños de envases antes de la producción y reducir los gastos de infraestructura en las instalaciones.
La inversión en tecnología en 3D debe ser vista y concebida como una estrategia clave a largo plazo para que las compañías obtengan beneficios no sólo a nivel de negocio, sino con sus inversores y la sociedad en general. Del mismo modo que los consumidores deben reducir, reutilizar y reciclar sus plásticos, las empresas deben repensar reducir y reinventar el diseño de sus envases ecológicos.
Fuente: Interempresas.
Lima, Perú.
22 de julio de 2021
Edición 41