Cualquier persona puede publicar sus escritos en una plataforma comercial como Amazon.
Las librerías han hecho el mayor esfuerzo por atraer al público a pesar de las restricciones de acceso a ellas que ha habido, sobre todo al inicio de la pandemia. Ofrecen, además de las últimas novedades de literatura y no ficción nacional e internacional, libros de distintos formatos, algunos de ellos ediciones de lujo, con fotografías e ilustraciones, que son libros cuyo valor no se aprecia en el formato digital y que necesariamente deberán seguir imprimiéndose.
También la literatura infantil continúa teniendo mayor salida en formato impreso, pues, para ser atractivos, los ebooks infantiles deben tener recursos interactivos, es decir, constituirse en libros enriquecidos, lo cual resulta muy costoso. En cambio, si se trata de libros académicos, la edición digital es muy útil cuando los resultados de las investigaciones y las novedades científicas son requeridos inmediatamente por otros lectores académicos o científicos debido a que pueden llegar muy pronto a destinos a los cuales los libros impresos tardarían meses y con un alto costo de transporte e impuestos.
Las enciclopedias es otro caso en el que la impresión prácticamente ha dejado de existir porque, con lo vertiginoso del ritmo actual de los avances de la ciencia, pierde sentido tener en casa o en la oficina una enciclopedia que pronto habrá perdido vigencia. Es decir, es más fácil dar cabida al libro electrónico en ciertos contextos académicos o científicos, mientras que los literarios, ediciones especiales o libros para niños tienen más salida en formato impreso.
La autoedición
En los últimos tiempos ha cambiado el panorama de la literatura con el surgimiento de la autoedición. Hasta hace pocos años, la única manera de publicar era la tradicional: el autor escribía un manuscrito y lo presentaba a una editorial, si era aprobado se iniciaba el proceso de edición, para luego pasar a la impresión, después a la librería y a los medios de difusión y crítica.
Finalmente el lector decidía si compraba o no el libro, muchas veces en función no solo del autor o la temática, sino también de la editorial que lo había publicado, que se constituía en una garantía de su calidad.
En la actualidad, hay un camino más corto, que pasa por alto la editorial: la autoedición, cuye auge es principalmente en la web. Cualquier persona puede publicar sus escritos en una plataforma comercial como Amazon. Muchos autores desconocidos se han hecho famosos luego de la autopublicación; otros que ya habían publicado en editoriales, por diferentes motivos han migrado a la autoedición o la combinan con la edición tradicional.
La crítica que reciben estos textos es que no han pasado por un comité editorial para su análisis y que, en la mayoría de casos, no han tenido el proceso editorial que garantiza la calidad de un libro.
Fuente: Dialoguemos (Ecuador).
Foto: Pixabay.
Lima, Perú.
22 de julio de 2021
Edición 41